Adaptación dental en grandes carnívoros

El concepto de “adaptación dental” es de suma importancia en el proceso de evolución de una especie, llegando a determinar su éxito evolutivo o su desaparición por falta de adaptación a la oferta de alimentos de un nicho ecológico determinado. Crusafont y Truyols (1956) definieron los términos de hipercarnívoros y de hipocarnívoros basados en su morfología dental.

Hipercarnívoro es el animal en el que se ha alargado la superficie de corte de las muelas carniceras (tijera formada por el cuarto premolar superior y primer molar inferior) en base a disminuir la superficie de trituración o molienda de los molares. La mayoría de los felinos son el ejemplo característico de animal hipercarnívoro. Wang y Tedford (2008) sugieren que esta adaptación parece tener un punto de partida en la gran oferta de recursos alimenticios cárnicos para alimentarse, más que la opción contraria, es decir una especialización a partir de un diseño de dentición previo (“la comida hace al diseño y no al revés”) (Wang y Tedford, 2008; Derr, 2011).

En contraste, el hipocarnívoro es un animal que ha sufrido una disminución de la especialización y superficie de corte de las muelas carniceras en base a aumentar la zona de trituración o molienda (molares). El ejemplo más característico de hipocarnívoro son la mayoría de los representantes de la Familia Ursidae. Un animal con esta dentición tiende a tener una dieta mucho más variada que incluye, por ejemplo, carne, insectos, frutos y/o raíces (Wang y Tedford, 2008).

Descripción de los distintos tipos de dientes según su función.
Distribución de los dientes en el lobo adulto. La identificación de cada grupo está determinada por su función en la prensión, masticación y conducta. Adrián Romairone Duarte

Los cánidos en general y el lobo (Canis lupus) en particular, se encuentran a medio camino de estas dos especializaciones dentales en base a la dieta, ya que poseen una dentición intermedia, ni especialmente hipercarnívora como muchos componentes de la Familia Felidae, ni particularmente hipocarnívora como los mencionados de Ursidae. Esta adaptación es la que, sin duda, ha permitido el éxito evolutivo de muchos grupos de cánidos en entornos cambiantes de la prehistoria (Derr, 2011).

Wang y Tedford (2008) afirman que aquellos grupos de cánidos que no pudieron adaptarse debido a una estructura poco plástica y muy conservadora de su dentición, como los cánidos ancestrales Hesperocyon, Archaeocyon y Leptocyon, desaparecieron por esta falta de adaptación dental evolutiva.

Sin duda, el lobo representa el éxito de miles de años de evolución, y su transferencia de información filogenética al perro doméstico, confirma el enorme valor del lobo como ejemplo adaptativo a variados cambios climáticos, que caracterizaron el final del Pleistoceno; cambios de entorno y de una especialidad hostilidad (glaciación, falta de recursos, competencia) acompañando al avance de la evolución de la especie humana, la misma que hoy le niega la posibilidad de desarrollarse en ese entorno ganado a pulso de milenios y pesares.

El estudio de la dentición es una fuente de información muy amplia acerca de la edad, la salud, de diversos procesos de enfermedad y en el estudio de paleontología de vertebrados, una puerta abierta al conocimiento de la dieta durante la evolución de muchas especies (Wang y Tedford, 2008; Figueirido, 2014).

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Veterinario, PhD.