La comunidad científica continúa con el incesante trabajo de conocer más sobre este virus, que ya forma parte de nuestros cotidianos quehaceres. Publicar argumentos científicos y sus razonamientos es un arma imprescindible en esta lucha tan desigual y agotadora por momentos.

En este caso, enumerando 10 conclusiones, acerca de la importancia de la propagación aérea, permitiendo, en base a evidencias razonadas, el desarrollo de la mayoría de las medidas de control, para disminuir, con su aplicación, la diseminación de tan contagioso y letal virus. 

10 RAZONES QUE APOYAN LA IMPORTANCIA DE LA TRANSMISION AÉREA

A continuación se describen, basándonos en Heneghan y col, (The Lancet, edición online, 15 de abril 2021)  las 10 razones que indicarían la importancia de la transmisión aérea (gotas o microgotas de Wells) sobre la transmisión por gotas respiratorias grandes (gotas de Flügge) y/o sustancias inaminadas (fómites) regadas por estas últimas, y el fundamento de las medidas de control en base la forma predominante de transmisión. 

PRIMERO. Esta pandemia se caracteriza por eventos de contagio masivo, que justifican la espectacular transmisión del SARS-CoV-2 desde un punto (Wuhan), a la totalidad del planeta. Estos eventos han sido, sin duda, los principales impulsores de la pandemia.

Los análisis detallados de los comportamientos e interacciones humanas, la ventilación y otras variables en reuniones con alta densidad de personas, residencias de ancianos y cárceles, entre otros entornos, han demostrado patrones, que no pueden explicarse solo por gotas respiratorias grandes o materiales inanimados (fómites).

La alta incidencia de contagio en eventos con alta densidad de individuos sugiere fuertemente el predominio de la transmisión a través de aerosoles (gotas de Wells).

Núcleos o gotas de Wells: Se llama núcleos de Wells a pequeñas gotas aerosoles, de 2 a 5 micrómetros, que contienen una o más unidades de agente infeccioso. Se originan por la desecación de las gotas de Flügge más pequeñas, pudiendo permanecer en el aire horas o incluso días. Por su pequeño tamaño en comparación a las gotas de Flügge, pueden llegar hasta la zona alveolar, mientras que las gotas mayores, son retenidas y expulsadas desde la zona bronquial.

Microgotas o gotas de Flügge: Las microgotas o gotas de Flügge son pequeñas gotas de secreciones (de 0,5 a 10 mm) que se expulsan de forma inadvertida por la boca y la nariz al hablar, estornudar, toser o espirar. Su existencia e importancia fue demostrada en la década de 1890 por el bacteriólogo e higienista alemán Karl Flügge.

SEGUNDO. Se ha documentado en sitios utilizados en cuarentenas, la transmisión del SARS-CoV-2 entre personas alojadas en habitaciones adyacentes, que nunca han tenido contacto cercano entre sí.

TERCERO. Es probable que la transmisión asintomática o presintomática del virus, a partir de personas que no tosen o estornudan, represente al menos un tercio, y quizás hasta el 59%, de toda la transmisión a nivel mundial, siendo una forma clave de la espectacular transmisión del SARS-CoV- 2, acentuando un modo de transmisión a través del aire respirado. Se han hecho mediciones que demuestran que hablar produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes, respaldando la teoría de la transmisión a través del aire. 

CUARTO. La transmisión del SARS-CoV-2 es mayor en interiores que en exteriores, y se reduce sustancialmente con procedimientos de aireación y ventilación interior. Ambas observaciones apoyan en forma contundente, una ruta de transmisión predominantemente aérea que transporta microgotas.

QUINTO. Se han documentado infecciones nosocomiales en hospitales, centros de salud y residencias, donde se han aplicado estrictas precauciones contra el contacto y las gotas respiratorias y el uso de equipo de protección individual (EPI), diseñado para proteger contra la exposición a las gotitas pero no a los aerosoles.

SEXTO. En experimentos de laboratorio, el SARS-CoV-2 permaneció infeccioso en el aire hasta 3 horas. Se identificó un SARS-CoV-2 viable en muestras de aire de habitaciones ocupadas por pacientes con COVID-19 y en muestras de aire del automóvil de una persona infectada. 

SEPTIMO. Se ha identificado SARS-CoV-2 en filtros de aire y conductos de edificios en hospitales con pacientes con COVID-19. El virus sólo podía llegar a esos lugares mediante microgotas transportadas por el aire (aerosoles).

OCTAVO. Los estudios en los que participaron animales enjaulados infectados que se conectaron a animales no infectados enjaulados por separado a través de un conducto de aire han demostrado que la transmisión del SARS-CoV-2 solo puede explicarse adecuadamente mediante aerosoles.

NOVENO. De momento, ningún estudio ha proporcionado pruebas concluyentes, para refutar la hipótesis de la transmisión aérea del SARS-CoV-2. 

Algunas personas han evitado la infección por SARS-CoV-2 cuando han compartido aire con personas infectadas, pero esta situación podría explicarse por una combinación de factores, incluida la variación en la cantidad de diseminación viral entre individuos infecciosos y diferentes condiciones ambientales, especialmente ventilación.

DECIMO, hay evidencia limitada para apoyar otras vías de transmisión dominantes, es decir, gotitas respiratorias o fómites.

Se ha citado la facilidad de infección entre personas cercanas entre sí como prueba de la transmisión respiratoria por gotitas del SARS-CoV-2 . 

Sin embargo, la transmisión por proximidad en la mayoría de los casos, junto con una infección a distancia para unos pocos, cuando se comparte aire es más probable que se explique por la dilución de los aerosoles exhalados por efecto de la distancia de una persona infectada.

CONCLUSIÓN

Se debería evitar poner en duda la transmisión aérea, por la falta de evidencia directa del SARS-CoV-2 en algunas muestras de aire, mientras se pasa por alto la calidad y solidez de la base de evidencia general que se desprende del análisis de las 10 razones descriptas con anterioridad. Existe evidencia sólida y consistente de que el SARS-CoV-2 se propaga por transmisión aérea. Aunque otras rutas pueden contribuir, es muy probable que la ruta aérea sea la dominante. 

Si un virus altamente infeccioso se propaga principalmente a través de gotas respiratorias grandes, coloquialmente conocidas como “gotas de Flügge”, que caen rápidamente, impulsadas por su propio peso, las medidas de control clave serían: reducir el contacto directo, limpiar superficies, barreras físicas, distanciamiento físico, uso de mascarillas, higiene respiratoria y uso de protección especial.  Tales medidas de control no necesitan distinguir entre interiores y exteriores, ya que un mecanismo de transmisión impulsado por gravedad sería similar para ambos entornos. 

Pero si un virus infeccioso se transmite principalmente por el aire, una persona podría infectarse potencialmente cuando inhala los aerosoles producidos por otra persona infectada, que, simplemente, expira, habla, grita, canta, estornuda o tose. 

En este caso, la reducción de la transmisión de virus por el aire requiere medidas para evitar la inhalación de aerosoles infecciosos, incluida la ventilación, la filtración de aire, la reducción del hacinamiento y el tiempo que se pasa en el interior, el uso de mascarillas, la atención a la calidad del aire y su tasa de renovación y filtración, y una protección de mayor grado para el personal sanitario y trabajadores en primera línea.

LECTURA RECOMENDADA

https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)00869-2

INFOGRAFIA MUY INTERESANTE

Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos G. Malbrán”Ministerio de Salud

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Veterinario, PhD.