Neoplasia de la glándula tiroides en el perro

La neoplasia de la glándula tiroides en el perro aparece habitualmente en individuos de edad avanzada, en el grupo de edad comprendido entre los 9 y 11 años, sin llegar a ser excluyente, solo orientativa, como en la mayoría de los procesos diagnósticos que involucran una neoplasia. Es un tumor de baja incidencia (1-4%), pero elevada malignidad.

En los tumores tiroideos en el perro, aparecen más representadas las razas: Golden retriever (como es nuestro caso), boxer, beagle y Siberian Husky.

Puede afectar tanto al lóbulo derecho como al lóbulo izquierdo, sin presentar mayor predilección por una presentación o la otra. En este caso, la neoplasia afecta exclusivamente al lóbulo derecho.

FORMA ECTOPICA DEL CARCINOMA DE TIROIDES EN EL PERRO. Aunque la presentación más típica es en el cuello (zona de distribución anatómica de la glándula tiroides), puede aparecer en forma ectópica en la base de la lengua, mediastino craneal, en la base del corazón o en otras zonas no relacionadas (presentación multicéntrica). En un estudio realizado sobre 544 perros con neoplasia tiroidea (período 1995-2013), 41 de ellos (7,5%) tenían tumores ectópicos sublinguales (Broome MR; Peterson ME; Walker JR; 2014).  La glándula tiroides en el perro tiene un origen embrionario a partir del epitelio endodermico localizado en el suelo de la faringe. Si se produce un defecto en la migración de la placa tiroidea, puede quedar tejido ectópico retenido en la zona faríngea o en la base de la lengua, y en caso de sufrir una transformación tumoral, dar lugar a un carcinoma tiroideo ectópico (ver web. Diez Bru, Natalia).

METÁSTASIS. El potencial metástasico del carcinoma tiroideo en el perro es alto, aumentando con el curso de la enfermedad. Withrow and MacEwen, hacen referencia al volumen del tejido glandular neoplasico (tamaño del lóbulo afectado medido en volumen) como una medida predictiva de la aparición de metástasis, mencionando los 23 centímetros cúbicos como referencia para la aparición de metástasis, y la seguridad de la presencia de metástasis a los 100 centímetros cúbicos de volumen del tumor.

Otra cifra importante que destacan los autores mencionados, es que la aparición bilateral del tumor de glándulas tiroides en el perro, tiene 16 veces más posibilidades de metastatizar que la presentaciòn unilateral.

Tanto los factores pronósticos de la neoplasia tiroidea en el perro, como la viabilidad a largo plazo del tratamiento dependen de varios factores (tamaño, adherencia a tejidos adyacentes, citorreducción quirúrgica, unilateralidad o bilateralidad y el infaltable “invitado de honor” en todos los casos de oncología: el diagnóstico precoz)

Diagnostico de neoplasia tiroidea

Plano coronal donde es posible apreciar en la zona cervical derecha un crecimiento que desplaza los órganos y tejidos regionales.

La primera aproximación al diagnóstico de una neoplasia tiroidea en el perro surge de la exploración y palpación de una masa en la zona cervical, asimétrica en la mayoría de los casos, adherida en menor o mayor medida a los tejidos más profundos, con una imagen ecográfica que la distingue del entorno y los datos de raza y grupo de edad, que, sin ser concluyentes, pueden orientar en el diagnóstico.

Plano sagital en el que se aprecia la relación entre la neoplasia y el entorno anatómico.

Todo lo anteriormente citado constituye la sospecha de un proceso oncológico que involucra a la glándula tiroides y como tal se lo transmitimos al propietario. Se informa del planteamiento diagnóstico (sensibilidad y especificidad de los distintos procedimientos), así como del coste económico de los mismos. Esto último podría parecer trivial, pero es muy importante que el propietario sepa el coste económico al que se enfrenta vs los resultados que se esperan obtener: toda la información es importante.

Avanzando más en el diagnóstico, lo ideal es pasar a un método de imagen más sensible que la ecografía y la radiografía, que nos permita delimitar la estructura y saber como se relaciona con las estructuras vasculares, nerviosas y musculares (sin olvidar la tráquea y el esófago adyacente). La opción diagnóstica que mayores evidencias aportará es el TAC o TC (Tomografía axial computarizada o tomografia computarizada).

La anestesia del TAC se aprovecha para la toma de muestras que nos permita diferenciar/confirmar, la estirpe celular del proceso tumoral.

La punción con aguja fina (PAF/PAAF) en este caso, y posiblemente en la mayoría, no suele arrojar una celularidad limpia de sangre, debido a las características del tejido y la alta vascularización del tumor. Con las debidas precauciones para evitar hemorragias importantes, se realizaron 10 tomas de muestras con aguja fina, que finalmente permitieron confirmar la presencia de un carcinoma tiroideo canino.

ACTIVIDAD ENDOCRINA DE LA GLÁNDULA TIROIDES TUMORAL EN EL PERRO. La actividad endocrina de la glándula (actividad T4) en la mayoría de los casos de carcinoma tiroideo no está incrementada, como cabría suponer en una primera valoración. Aproximadamente el 60% de los perros afectados por un carcinoma tiroideos presentan valores normales de T4 (eutiroideo), el 30% presentan valores bajos de tiroxina (hipotiroideos), mientras que el 10% pueden ser hipertiroideos. Una publicación de Perez Lopez y col (2018) describe un interesante caso clínico de diabetes mellitus refractario al tratamiento con insulina, en un paciente con carcinoma folicular de tiroides unilateral, eutiroideo, con pérdida de peso, taquicardia y taquipnea, que resuelve todos los signos clínicos, despues de la cirugía, excepto la hiperglucemia que debió seguir siendo tratada con insulina.

Control de la respuesta al tratamiento en imagen

Debido al alto riesgo de la cirugía (infiltración de tejidos y adherencias vasculares comprobadas en TAC), se decide realizar quimioterapia en base a doxorrubicina y toceranib, realizando un nuevo control de imagen después de las primeras 8 semanas de tratamiento.

Corte transversal o axial que delimita la estructura tiroidea tumoral. Las medidas corresponden al primer TAC (diagnóstico). Fecha: 18/08/2020

Los primeros resultados indican una discreta disminución del tamaño de la masa tumoral, así como una mayor delimitación de los tejidos adyacentes, aunque sin permitir realizar una cirugía con mayor margen de seguridad que al inicio del tratamiento, por lo cual, se decide seguir con el planteamiento terapeutico inicial a la espera de los resultados de un nuevo ciclo de tratamiento.

Corte transversal o axial realizado el 24/11/2020 posterior al tratamiento de 8 semanas con quimioterapia intravenosa (x2) y oral (x6).

Se observa que la neoplasia se ha delimitado más con respecto a la imagen inicial, pero aparca de momento la indicación quirúrgica, debido al riesgo de involucrar vasos y nervios que pudieran transformar la situación actual de buen estado del animal en otra peor (toca esperar pérdidas mayores de infiltración o asumir que no se podrá extirpar con márgenes de seguridad tanto para el paciente como para una recidiva temprana). En su parte lateral se distingue una cápsula que la separa del tejido sano, a la que se percibe adherida la arteria carótida. Infiltra mucho en la zona craneal con formación de neovascularización intensa, y hacia medial se aprecia una infiltración moderada del tejido periesofágico y traqueal. La parte interna central se observa hipodensa (cavitada) y no capta contraste. El tamaño se ha reducido de 5,10 cm x 5,00 a 3,71 x 3,79 cm.

En próximos controles se realizará una comparación aproximada de los volumenes, con el fin de coincidir en la información, con los distintos autores que lo mencionan.

AGRADECIMIENTOS

HOSPITAL VETERINARIO DE LEÓN, SERVICIO DE RESONANCIA Y TAC, SERVICIO DE ANESTESIOLOGÍA, SERVICIO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA, alumnos residentes y profesionales adscriptos al Hospital.

LECTURA RECOMENDADA

HIPERTIROIDISMO CANINO EN UN PACIENTE CON CARCINOMA FOLICULAR TIROIDEO. Maurenzig ND y col. AVEPA. Clin. Vet. Peq. Anim, 2017, 37 (1):43-47.

DIABETES MELLITUS EN UN PERRO CON CARCINOMA FOLICULAR DE TIROIDES. Pérez-López L y col. AVEPA. Clin. Vet. Peq. Anim, 2018, 38 (1):23-27.

CLINICAL FEATURES AND TREATMENT OUTCOMES OF 41 DOGS WITH SUBLINGUAL ECTOPIC THYROID NEOPLASIA. Broome, Peterson, Walker. Journal of Veterinary Internal Medicine. 2014.

WITHROW AND MacEWEN´S SMALL ANIMAL CLINICAL ONCOLOGY. CHAPTER 25.FIFTH EDITION. E-BOOK. ELSEVIER. 2013

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Naci en Mar del Plata, República Argentina, el 13 de julio de 1962. Desde el año 1988 vivo en España. Tengo tres grandes aficiones: leer, la fotografía y salir al campo. Me interesa mucho todo lo que esté relacionado con el origen del perro. Me preocupa el cambio climático.