OFTALMOLOGIA CANINA. Absceso retrobulbar
El absceso retrobulbar es una afección inflamatoria del globo ocular de origen infeccioso.
Si bien la etiología podría definirse a partir del cultivo del material extraído por punción (orbitaria, o bucal por detrás del último molar superior), la patogenia no está muy clara, salvo que pudiera recuperarse material como una espiga, restos de un hueso o una astilla de madera.
La fiebre que caracteriza el absceso retrobulbar y la celulitis orbitaria en el perro , así como la presencia de material purulento y la respuesta al antibiótico, confirman la etiología bacteriana.
Entre otras causas, se postula la extensión de la infección desde estructuras vecinas como posible origen de la infección, por ejemplo del sistema nasolagrimal, de las glándulas salivales, etc.
SIGNOS CLÍNICOS. En este caso, la quemosis fue el signo clínico que llamó la atención de los propietarios, aunque es probable que hayan existido signos clínicos leves asociados a una celulitis orbitaria como paso inicial hacia el absceso retrobulbar pero que hayan pasado desapercibidos.
Con el transcurso de los días y con la colecta de pus aumentando, el animal comienza con una cascada de signos premonitorios del cuadro clínico final.

Estos signos clínicos son:
Exoftalmos (protrusión del globo ocular) , que se debe diferenciar del buftalmos (aumento de tamaño del globo ocular).
Quemosis unilateral (edema conjuntival muy marcado).
Protrusión de la membrana nictitante (por imposibilidad de volver a su situación anatómica debido a la presencia de la colecta de pus).
Presión intraocular normal en los inicios del proceso, y si está aumentada se debe establecer diagnóstico diferencial con glaucoma.
Hiperemia conjuntival.
Estructuras oculares normales. Córnea transparente (en este caso, es posible apreciar una ligera escoriación corneal, producida por el autotraumatismo del rascado antes de poner el collar isabelino).
Dolor al abrir la boca.
Fiebre.
DIAGNÓSTICO. Aparte de la comprobación de todos los signos clínicos mencionados, en este caso se realiza estudio radiográfico del cráneo con el fin de localizar la lesión, descartar fracturas, zonas osteomielíticas orbitarias o neoformaciones que pudieran cambiar el diagnóstico original.
El diagnóstico por imagen es esencial en la profesión veterinaria, y el estudio de patologías oftalmológicas no debe ser la excepción.
TRATAMIENTO. El tratamiento del absceso retrobulbar y/o celulitis bacteriana en el perro, debe ir dirigido en primer lugar a combatir la infección aunque no se haya podido confirmar, hasta el momento, el origen de la misma.
En ausencia de antibiograma, se sugiere empezar con antibióticos bactericidas con espectro de acción demostrado contra Gram (+) con espectro ampliado a Gram (-).
Mantener hidratada y limpia la superficie corneal, nos permite controlar la evolución y acceder a la medición de la PIO (presión intraocular).
El drenaje por inciso punción para drenar el espacio retrobulbar requiere de una técnica muy sencilla y extensamente descripta en la bibliografía. En forma resumida consiste en punzar por detrás del último molar superior en dirección hacia el espacio ocupado por la órbita. Puede ocurrir que drene material purulento o en su defecto, también se justifica la apertura para dejar un trayecto que facilite el drenaje a posteriori.


