Introducción
Este caso llegó a la consulta después de tres días de ocurrir el accidente. Era un teckel de pelo duro muy aficionado a la caza de jabalíes. Debido al carácter valiente y arriesgado (no valoran su tamaño ni el de su adversario), nuestro paciente tuvo un serio revés con un macho de jabalí durante una montería. Estuvo perdido en el monte casi tres días y al tercero llegó a la consulta.
La herida era impresionante, pero no se apreciaba un gran colgajo de piel, y para mi sorpresa tampoco se encontraba el prepucio.
Estado a la llegada a la clinica
Separación total de la piel abdominal ventral
Después de una estabilización hidroelectrolítica, se procedió a la anestesia general (isofluorano), pudiendo definir la falta de una importante porción de piel y la localización del prepucio, que se encontraba enrollado sobre sí mismo en la porción libre del colgajo.
Sutura y grapado liberando los sitios de tensión
La utilización de una técnica de plastias en Z y liberando tensiones en base a nuevos cortes sobre la piel, se pudo suturar toda la zona libre, quedando el problema residual de una exposición exagerada del pene en el momento de la erección.
Se valoró en un primer momento la posibilidad de amputar el pene, haciendo una uretrostomía perineal, pero encontramos una fuerte reacción por parte de los propietarios.
Retracción cicatrizal que interesa al prepucio
Exposición permanente del pene
La evolución de la cicatrización y la retracción cicatrizal expusieron el pene durante 4 – 6 semanas, tiempo que se mantuvo hidratado (humectado) con pomada antibiótica y controlado con visitas periódicas.
El animal mantuvo durante este período una postura antiálgica y de retracción sobre la zona adoptando una postura de cifosis (lomo encorvado).