ATROFIA FACIAL, VÓMITOS Y DILATACIÓN ESOFÁGICA en un perro con hipotiroidismo
En el caso clínico que se presenta, el animal acude a consulta de segunda opinión por vómitos y apatía, con un síndrome vestibular marcado (ladeo de cabeza desde hace más de un año) sin signos clínicos de otitis. No existe aumento de peso, polidipsia – poliuria ni alopecias.

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- Atrofia muscular que refiere la sospecha a una posible neuropatía del VII par.
- Síndrome vestibular.
- Presencia de vómitos continuos nada más ingerir comida o agua, que no responden de manera completa al tratamiento médico con antiácidos, maropitant, dieta y reposo gastrointestinal.
La analítica se acompaña de un estudio radiográfico de contraste.

El hipotiroidismo primario es la enfermedad endocrina más frecuente en perros. El trastorno se produce dentro del eje hipotálamo-hipófisis-glándula tiroides, en la propia glándula, generalmente por una autodestrucción de la misma (tiroiditis linfocítica o atrofia idiopática de la glándula). Los signos clínicos aparecen gradualmente según avanza la destrucción autoinmune del tejido glandular.
Las alteraciones más frecuentes en los perros están localizadas en la piel y en el pelo: alopecia troncal simétrica o sólo localizada en el rabo, ‘cola de rata‘ que evoluciona a hiperqueratosis, mixedema y pelo opaco. Se acompañan de letargia, aumento de peso, otitis externa, poliuria-polidipsia. Todos estos signos clínicos nos encauzan a la sospecha de hipotiroidismo.
En el diagnóstico no debemos menospreciar la sintomatología neuromuscular. El hipotiroidismo conduce a desmielinización segmentaria y axonopatía, provocando signos nerviosos del sistema central y periférico (Nelson & Couto, 2010) cursa con signos clínicos como convulsiones, ataxia y/o déficits posturales y propioceptivos. Son frecuentes las neuropatías focales del nervio vestibular y facial, inclinación de cabeza y nistagmo o parálisis facial, hipomotilidad esofágica y parálisis faríngea.

La relación entre el hipotiroidismo y la parálisis laringea o la hipomotilidad esofágica es controvertida. Es difícil probar la existencia de una relación causa y efecto entre estas alteraciones, ya que el tratamiento del hipotiroidismo normalmente no mejora los signos clínicos secundarios a la parálisis laringea o hipomotilidad esofágica. (Nelson & Couto, 2010)
MRV
Enlaces relacionados:
- Otras lesiones encontradas en el caso clínico. Distrofia corneal.Ojo blanco.
- Megaesófago.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
- Nelson R.W., Couto C.G., 2010. Medicina Interna de Pequeños Animales. Ed: Elsevier Mosby, 4ªed.
- Rijnberk A., Kooistra H.S., 2013. Endocrinología clínica del perro y del gato. Ed: Temis Medical SL.