Los tumores de la glándula mamaria en la especie felina.
El tumor mamario en las gata es menos frecuente que en la perra, aunque sigue siendo una presentación dominante en oncología clínica, ya que ocupa el tercer puesto de procesos neoplásicos en cuanto a prevalencia en la especie felina. Aparece, por lo general, en gatas de unos 10 años la mayoría de las cuales no han sido esterilizadas o la esterilización se produjo a partir del año o los dos años de edad. Más del 85% de los tumores mamarios en la especie felina son malignos, su comportamiento es muy agresivo con una capacidad muy elevada de metástasis a distancia. El adenocarcinoma es la presentación más frecuente.
La etiología hormonal de los tumores de mama tan demostrada en la perra, es así mismo bastante probable en la gata. Debido a ello se comprueba el efecto hiperplásico y neoplásico de los progestágenos utilizados en la inhibición del celo. Otro dato importante apoyando la teoría es el efecto de la esterilización temprana; en la gata la castración con menos de 1 año disminuye en un 86% el riesgo de la presentación de neoplasias mamarias malignas. La esterilización prepuberal tanto en perras como en gatas es una baza muy fuerte en la prevención del cáncer de mama, un medio quirúrgico posible gracias a la figura del veterinario que previene en muy alto grado la aparición del mismo y, en caso de aparición, mejora el pronóstico de manera radical.
Los tumores mamarios suelen tener apariencia firme, nodular y se presentan aislados. Pueden afectarse una o varias glándulas y lo mismo pasa con los ganglios linfáticos, que pueden palparse reactivos o no. La agresividad del tumor es característica en felinos, invade el circuito linfático y metastatiza a distancia con rapidez. El diagnóstico precoz y la extirpación quirúrgica temprana son factores fundamentales en la obtención de tiempo de supervivencia. Las estadísticas hablan por sí mismas, estos son los períodos de supervivencia tras la mastectomía según el tamaño del nódulo extraído (Foale R., Demetriou J.):
- neoplasias de < 2 cm: media de supervivencia en 3 años.
- neoplasias de < 3 cm : media de supervivencia en 2 años.
- neoplasias de > 3 cm : media de supervivencia entre 4 y 12 meses
Cuidado, no todo abultamiento en las mamas es un tumor, en gatas no esterilizadas, se puede confundir una hiperplasia fibroepitelial mamaria con una neoplasia.
El pronóstico en la gata ante un ‘bulto en la mama’ SIEMPRE es reservado, se parte en todos los casos de una firme sospecha de adenocarcinoma. Partiendo de la ‘casi certeza’ de un tumor maligno se informa al dueño y se enfoca todo el procedimiento médico y quirúrgico. Se realizan las pruebas necesarias para detectar metástasis y se programa la cirugía en función de los resultados obtenidos y de las características visibles de la neoplasia.
El abordaje quirúrgico en la gata es más extremo que en la perra por el alto porcentaje de malignidad. Está recomendado llevar a cabo la mastectomía completa unilateral en casos de neoplasias aisladas en un lado de la cadena mamaria y mastectomía bilateral de cadena completa en las neoplasias que se presentan en ambos lados. Las muestras deben enviarse siempre para histopatología.
MRV
Bibliografía estadística en:
- Foale R., Demetriou J., 2011. Oncología de pequeños animales. Ed: Elsevier Saunders.
- Ettinger S.J., Feldman E.C., 2007. Tratado de Medicina interna veterinaria. Ed: Elsevier Saunders. 4ª ed.
- Romairone Duarte, A.; Cartagena Albertus, J.C. 2014. Atlas de tumores. Oncología en la clínica diaria. Ed: Servet.
