CHINCHILLA

Pueden presentar muchos problemas desde el punto de vista clínico, pero los de mayor frecuencia son los asociados a la dentición y los síndromes relacionados con deficiencias del manejo y la alimentación.

Normalmente los problemas dentales como la maloclusión, que es el caso que hoy exponemos, están relacionados con la nutrición inadecuada, pero también con la hipovitaminosis C, ausencia de fibra, neoplasias orales que causan desgaste diferencial y otros como fracturas de incisivos o la propia predisposición genética.

En la exploración clínica tenemos que tener en cuenta que las cobayas y las chinchillas normales siempre tienen una cantidad importante de alimentos o material cecotrófico en la boca que oculta las arcadas dentales; si este no es el caso es posible que este comiendo muy poco.

La especie más habitual es Chinchilla lanígera, pero existe otra, aunque se ve raramente y es la Chinchilla brevicaudata.

En muchos países se consideran animales de producción cárnica, debido a su alta tasa de conversión, precocidad, fertilidad y al hecho de ser poliéstricos estacionales.

En muchos casos, la chinchilla es considerada como mascota doméstica y como tal se adapta a la convivencia con el ser humano.

En general es un animal que soporta bastante mal la manipulación, aunque llega a acostumbrarse, no sin presentar episodios esporádicos de reacción por miedo y abundante eliminación de pelo (fur slip) llegando a perder parches completos y dejando grandes zonas alopécicas.

Son roedores histricomorfos. Poseen ovulación espontánea y una gran fertilidad. La madurez sexual la suelen alcanzar entre los 8-12 meses y presentan dimorfismo sexual: hembra más grande que el macho.  El peso adulto no suele superar los 500 g y su longevidad de alrededor de 10 años, incluso hasta los 15.

La gestación dura 111 días en la especie lanígera y hasta 128 días en la especie brevicaudata. Tienen 1 ó 2 gazapos nacidos con ojos abiertos, con toda su piel y activos.  El peso al nacer: 30-60 g y la edad de destete: 2-6 semanas

La fórmula dentaria permanente de las cobayas y las chinchillas es:

I: 1/1, C: 0/0, PM: 1/1, M 3/3

Son nocturnos. Requieren de baños de arena para mantener su pelaje característico.

Se alimentan de plantas, frutas, semillas e insectos. En cautividad con dieta a base de heno y alfalfa, pienso, pellets y semillas y vegetales frescos ocasionalmente como premio.

Pueden presentar muchos problemas desde el punto de vista clínico, pero los de mayor frecuencia son los asociados a la dentición y los síndromes relacionados con deficiencias del manejo y la alimentación.

Normalmente los problemas dentales como la maloclusión, que es el caso que hoy exponemos, están relacionados con la nutrición inadecuada, pero también con la hipovitaminosis C, ausencia de fibra, neoplasias orales que causan desgaste diferencial y otros como fracturas de incisivos o la propia predisposición genética, resumiendo: problemas de nutrición y manejo de una especie, de momento, poco habituada al ser humano.

En la exploración clínica tenemos que tener en cuenta que las cobayas y las chinchillas normales siempre tienen una cantidad importante de alimentos o material cecotrófico en la boca que oculta las arcadas dentales; si este no es el caso es posible que este comiendo muy poco.

Debemos de observar también si hay inclinación  lingual de los dientes mandibulares e inclinación bucal de los dientes maxilares, junto con la posibilidad de úlceras.

La radiografía es un método diagnóstico muy eficaz en el caso de problemas de maloclusión o sobrecrecimiento de los dientes, ya que se pueden llegar a observar anormalidades como un sobrecrecimiento de los premolares y molares que afecte al periostio, de la raíz del incisivo o divergencia de las raíces de los maxilares que pueden llegar incluso a la órbita del ojo. En estos casos lo indicado es la extracción.

En nuestro caso de maloclusión dental que es la causa más habitual de consulta en la clínica de roedores (en muchos  países a ser una especialidad), lo pudimos resolver ya que el problema se encontraba a nivel de incisivos superiores haciendo un corte de los mismos, ya que las características del paciente así lo aconsejaban, por edad (10 años), riesgo anestésico y practicidad, ya que hay riesgo de fractura, hemorragia de la pulpa e infección.

Todos estos procedimiento se deben realizar bajo anestesia, en nuestro caso inhalatoria con mascarilla de Isofluorano, ya que la intubación en estos casos es extremadamente difícil debido a que la faringe caudal es estrecha, la lengua grande y la glotis pequeña. Además de un analgésico como buprenorfina o butorfanol. Como antibioterapia enrofloxacino a 5-15 mg/kg vía SC durante 3-4 días.

Y la última recomendación es una dieta adecuada para el correcto desgaste de los dientes en estos animales, pues no olvidemos que no dejan de ser roedores.

Imágenes del caso clínico

En estas imagenes se aprecia como el crecimiento excesivo, produce impactación en los tejidos blandos adyacentes.

Ambos colmillos ya extraídos. Nótese las características de la superficie en ambos colmillos.

El trabajo finalizado nos permite apreciar una coloración normal en la superficie del colmillo, así como la superficie del corte. En el caso de los incisivos superiores, el hecho de no estar paralelos debido al tiempo transcurrido desde el inicio de la malformación, no ha permitido un corte rasante de ambos dientes, sino que uno ha quedado más corto que el otro, al intentar rasarlo extrayendo la curvatura por defecto de uno de ellos.

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Naci en Mar del Plata, República Argentina, el 13 de julio de 1962. Desde el año 1988 vivo en España. Tengo tres grandes aficiones: leer, la fotografía y salir al campo. Me interesa mucho todo lo que esté relacionado con el origen del perro. Me preocupa el cambio climático.