Leishmaniasis cutánea
Conocer las características de la leishmaniasis canina es un paso importante para su diagnóstico y tratamiento.
La forma cutánea de la leishmaniasis canina, es la más frecuente y con signos clínicos más evidentes. El propietario suele preocuparse por el estado general de su mascota y por el rápido deterioro que sufre.

Abundante caspa, pérdida de pelo, pérdida de peso y un profundo olor a sebo destacan mucho en esta patología.
La alopecia periocular, asi como las costras abundantes en la cara, otorgan una expresión muy característica de la enfermedad.
La exploración puede arrojar en muchos casos adenomegalia generalizada y sobre todo muy marcada en la zona de los ganglios poplíteos y axilares, cuando las patas se encuentran afectadas. La vasculitis que produce el parásito, conduce a un fenómeno visible de necrosis en la punta de las orejas.
Diagnóstico leishmaniasis canina
Cuando existe la sospecha clínica, el método más rápido para diagnosticar la enfermedad es la detección cualitativa de anticuerpos de Leishmania infantum, a través de test rápidos de inmunocromatografía.
Se pueden realizar con sangre entera, suero o plasma.
Una vez diagnosticada la presencia de anticuerpos, se procede a la titulación de los mismos, para lo cual se debe enviar suero a laboratorios especializados.
También es posible realizar el diagnóstico a través de punciones de los ganglios, tinción y detección del parásito y complejos macrófagos-parásitos, pero éste método no solo exige de experiencia, sino que debe ser complementado con la detección de los anticuerpos (ELISA) o bien detección del antígeno (PCR).

