Granuloma cicatrizal en la punta del rabo. Caso clínico.
Se presenta en consulta una perra joven, de raza galgo español, con una herida en el extremo del rabo que no tiende a la cicatrización. Tiene un sangrado intermitente que se agudiza cuando golpea el rabo contra alguna superficie. Los propietarios realizan lavados y curas con pomadas, pero la perra, de carácter enérgico y juguetón, golpea el rabo con todas las superficies del hogar, es decir, al mover el rabo en forma de saludo choca contra paredes, mesas, marcos, con el consiguiente sangrado abundante de la zona y un continuo fracaso en la cicatrización del extremo del rabo.

El granuloma consiste en una lesión proliferativa con tendencia al sangrado abundante, haciendo fracasar todo intento del organismo por reparar el defecto, ya que los bordes de piel no pueden aproximarse debido a la interposición del granuloma inflamatorio. Posiblemente este granuloma fue causado por una lesión en el rabo que debido a los constantes traumatismos, nunca terminó de cicatrizar y acabó infectándose.
A continuación se muestra una solución casera, muy barata, práctica y totalmente efectiva para este tipo de lesiones. Como material necesitaremos un tampón femenino, (coloquialmente un “Tampax”). En efecto, el material plástico que sirve de elemento auxiliar para la colocación del tampón, sirve para proteger de los golpes, siendo a su vez muy ligero, por lo que , no pesa demasiado, provocando la menor molestia posible en nuestro paciente.


En primer lugar, extraemos el aplicador plástico y lo cortamos en tres tiras unos 2/3 aproximadamente de la longitud. Acto seguido, lo colocamos en el extremo del rabo o el lugar que queremos proteger.Por último, cada tira se fija individualmente mediante esparadrapo de manera que aumentamos la sujeción ante los movimientos enérgicos del rabo y los golpes contra paredes. Este vendaje tiene una ventaja añadida, el extremo inferior del aplicador es abierto lo que nos permite un acceso total al granuloma con el fin de aplicar medicación sin retirar el vendaje. En este caso en concreto, como podéis ver, aplicamos acido hipocloroso (Vetericyn) . Su fácil aplicación mediante spray y los excelentes resultados que promueven una curación rápida y segura de la piel, a través de la desinfección y la cicatrización, son idóneos para este tipo de granuloma.



En resumen, en actuaciones como ésta, se recalca la figura del veterinario como ser humano dotado de pensamiento. Nuestra capacidad de ‘inventar’ o, mejor dicho, de aplicar los conocimientos, de razonar, de encontrar soluciones factibles y de mejorar, es lo que nos distingue y nos coloca como elementos imprescindibles ante la maquinaria más sofisticada y perfecta de la que disponemos en medicina.