Enfermedad metabólica ósea en aves rapaces
La EMO es una enfermedad de origen nutricional provocada por un manejo deficiente, siendo muy frecuente en aves carnívoras criadas en cautividad. Rara vez se presenta en animales en libertad.
Consiste en una mineralización deficiente de los huesos por un aporte insuficiente de calcio en la dieta o una mala absorción de este componente. Dietas de ‘sólo carne’ o con ‘demasiada carne’ nos dan un aporte insuficiente de calcio, es decir, carne magra o roja pero sin huesos o con muy poco componente óseo. Las aves poseen una tasa de crecimiento muy rápido, especialmente aquellas que son criadas en nido por los progenitores; el aporte de calcio que necesitan es mucho más elevado que en mamíferos, pero no sólo eso, de manera natural se alimentan de presa completa, es decir, se alimentan de huesos, cartílagos, pelo, plumas, todo en conjunto.
La dieta es el factor desencadenante inicial de la EMO pero éste se ve agravado con el tiempo por una disminución en la absorción del calcio. Al aumentar la carne en la dieta, aumentamos el contenido en fósforo. Este elemento y el calcio se encuentran en equilibrio dentro del organismo, de manera que el aumento de fósforo provoca la disminución de calcio y viceversa. El calcio, también se ve relacionado directamente con la vitamina D que se sintetiza de manera natural a través del estímulo lumínico de la luz natural (radiación UV). En última instancia, el organismo intenta compensar la deficiencia de calcio en sangre mediante la movilización del calcio existente en los huesos provocando, en estadios finales, una osteomalacia grave como en el caso de este cernícalo común o vulgar.
*La osteomalacia consiste en un estado patológico del hueso donde se produce un reblandecimiento del téjido óseo por una mineralización de la matriz defectuosa.

El cuadro clínico se presenta en un animal joven con crecimiento ralentizado, mal aspecto general y cojera o movimiento anómalo. Puede presentarse arqueamiento de las extremidades y fracturas patológicas en húmero, radio, cúbito, fémur y tibiotarso.
La radiografía es el método diagnóstico de elección, complementado con una buena anamnesis sobre la dieta y el manejo general (el animal toma o no toma el sol). El estudio radiográfico pondrá de manifiesto las fracturas si éstas existieran, así como una pérdida del eje normal (arqueamiento), además, en la EMO las corticales de los huesos largos no son nítidas y la densidad ósea aparece disminuida. En casos graves, cuando las corticales apenas se diferencian del resto del hueso, pueden existir fracturas espontáneas múltiples y la columna aparece arqueada e incluso fracturada, estando indicada la eutanasia si el ejemplar es irrecuperable.

En el caso que presentamos, el pollo de cernícalo perteneciente a vida silvestre pero criado en cautividad había sido alimentado con una dieta a base de pechuga de pollo permaneciendo siempre en interior sin recibir luz solar directa. La EMO estaba muy avanzada y el estado de reblandecimiento de los huesos era irreversible.

El mejor tratamiento consiste en corregir la dieta, aportando presa completa troceada, que incluya hueso y facilitar la EXPOSICIÓN SOLAR DIRECTA (no a través de cristal) con el fin de favorecer la activación de la provitamina D, que en otra parte del metabolismo contribuirá a la absorción del calcio en la dieta.
