Alternativa práctica en cirugía del ano
Los veterinarios que hacemos cirugía general, nos encontramos a diario con condicionantes en el momento de hacer determinadas intervenciones quirúrgicas. En esta entrada, las cirugías en cuestión son aquellas que se realizan en la zona anal del perro o en sus adyacencias, y el condicionante es mantener la zona libre de la presencia y contaminación de la materia fecal.
Sin duda, el ayuno previo y varios paseos antes de entrar al quirófano otorgan una seguridad importante relacionada con los vómitos, la aspiración de contenido estomacal y las molestias para el cirujano veterinario de trabajar en una cavidad abdominal con un estómago, intestino y/o vejiga llena de orina, pero, salvo excepciones, es muy difícil que el paciente llegue con el colon completamente vacío. Esta plenitud del último tramo del intestino grueso, sumado a la relajación propia de la anestesia, suele favorecer la defecación espontánea y con ella la contaminación del campo.
Hoy describimos una alternativa práctica a la clásica bolsa de tabaco en el exterior de la zona anal. Esta alternativa consiste en la utilización de un tampón femenino en el interior del ano, aprovechando su diseño y el aplicador que lo acompaña.
Es una técnica sencilla, que en algunos casos requiere un poco de lubricación , y siguiendo los pasos de las imagenes, introducirlo en el ano.
Forma de aplicación práctica del tampón anal


Una vez colocado el tampón en el interior del ano del perro, el extremo del hilo sobresale unos cuantos centímetros y permite sacarlo con comodidad una vez terminada la cirugía.

La preparación quirúrgica de la zona se realiza en forma rutinaria y debe incluir el hilo exterior (ver imagen a continuación) , de tal manera que, sin la posibilidad que se produzca una defecación involuntaria, se puede proceder a la cirugía programada.

Las ventajas pueden ser: limpieza, economía, diseño, rapidez y quizás la más importante, es que no le sumamos una molestia más al paciente, derivada de los puntos de sutura anal (bolsa de tabaco). Como desventaja, solo mencionar que en fases iniciales de anestesia, algunos animales conservan reflejos que pueden favorecer la expulsión del tampón, otra desventaja sería que no se puede utilizar en animales muy pequeños (tampoco en gatos).
¿Que pasaría si se me olvida quitarlo?. Situación un poco difícil, pero como Murphy habita en todos los quirófanos del mundo, podría ocurrir y la respuesta es: no ocurriría nada, porque saldría en el primer intento por defecar, que normalmente, y salvo el señorito mencionado con anterioridad, esto suele ocurrir en los primeros minutos de la recuperación anestésica.
La extracción (como toda manipulación en nuestros pacientes) debe ser cuidadosa, suave y adaptada a la adherencia que se produzca por el arrastre del algodón del tampón sobre la mucosa anal.

Sirva esta experiencia como eso, “una experiencia más”….
Otras utilizaciones de los tampones o “tampax” en la clínica diaria.
ARD