Piometra. Infección uterina

La piometra, coloquialmente “infección uterina” es una afección muy conocida por parte del colectivo veterinario de pequeños animales.

El diagnóstico, salvo excepciones (piometras cerradas, endometritis en su fase inicial) no suele presentar problemas.

Decaimiento, vómitos, pérdidas purulentas por vulva, pérdidas serosanguinolentas a hemorrágicas, hipertermia y un aumento marcado de los glóbulos blancos suelen conformar un síndrome que asociado al último celo, terminan en un diagnóstico de piometra.

Existen signos de menor frecuencia como atracción a los machos fuera de celo, cojeras y dolor abdominales y vertebrales inespecíficos que completan la gran variedad de signos clínicos que caracterizan a la piometra canina.

La imagen radiográfica y de ecografía completan el diagnóstico.

Cirugía propiamente dicha.

En este apartado, quiero compartir como cirujano y veterinario senior, mi experiencia en esta cirugía, que por habitual no debemos infravalorarla, recordando que nuestro éxito como médicos (diagnosticando) y como cirujanos (resolviendo) está en poder solucionar problemas con el menor trastorno posible para el paciente y el propietario.

Creo que lo grave no está en el resultado poco acertado de una cirugía no habitual, por muy espectacular que ésta sea, sino fallar en las cosas diarias, ya que nuestra experiencia (casuística) está compuesta en su mayoría, por casos “muy habituales”.

Me gustaría destacar del video que acompaña a esta entrada, varias cosas, y entre ellas:

1. ANESTESIA EN PACIENTES CRÍTICOS. Sin ánimo de entrar en un terreno propio de especialistas, si que quiero destacar el papel cada vez más importante de los anestésicos locales para el control del dolor o de aquellas maniobras especialmente álgidas, que no hace mucho tiempo se controlaban incrementando las concentraciones de anestésicos generales en el mejor de los casos, ó sin hacer nada, en el peor de ellos. Podéis apreciar en el video, como se bloquea la zona de incisión cutánea antes del inicio de la cirugía.

2. HEMOSTASIA ESTRICTA DEL SANGRADO INICIAL. Este caso en particular, el paciente partía de un hematocrito, hemoglobina y número total de hematíes muy bajo (indicaba transfusión) y constantes hemodinámicas comprometidas, de ahí la importancia de controlar todas las pérdidas posibles, inclusive las más pequeñas. De lo contrario se caería en la contradicción de transfundir sangre por vía central y perderla por vía periférica. Control por electrocoagulación.

3. MANIPULACIÓN RAPIDA PERO MUY CUIDADOSA DEL ÚTERO. Un útero distendido, mal irrigado y con infección grave, pierde impermeabilidad a las bacterias y resistencia a la tracción, por ello es necesario actuar con rapidez, pero con movimientos manuales suaves que disminuyan la posibilidad de rotura y vertido del contenido en abdomen.

4. TRATAMIENTO DEL MUÑON UTERINO. Salvo complicaciones de último momento (hemorragias incoercibles,  rotura del muñon, etc) NO se deben realizar suturas en masa y mucho menos con suturas no absorbibles debido a la aparición de hemorragias vaginales posteriores por fistulización del muñon uterino.

 

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Naci en Mar del Plata, República Argentina, el 13 de julio de 1962. Desde el año 1988 vivo en España. Tengo tres grandes aficiones: leer, la fotografía y salir al campo. Me interesa mucho todo lo que esté relacionado con el origen del perro. Me preocupa el cambio climático.