Lipidosis hepática felina. LHF

Se trata de un proceso agudo consistente en la degeneración grasa del hígado. Es muy frecuente en el gato. Consiste en la acumulación de triglicéridos o ‘grasa’ de manera excesiva en los hepatocitos.

¿Cómo se produce?

La acumulación de grasa en los hepatocitos se produce rápidamente cuando su tasa de síntesis supera la de dispersión ó eliminación , es decir los triglicéridos que llegan al hígado son más que los que salen metabolizados del mismo dispuestos a eliminarse o repartirse por el organismo; el hígado se satura.

El acumulo de grasa conduce a colestasis y disfunción hepática que desemboca rápidamente en muerte si no se instaura tratamiento de soporte al hígado.

Causas y tipos de LHF.

Se distinguen dos tipos de lipidosis según el origen: primaria o idiopática y secundaria o asociada a una enfermedad concurrente. Ambas presentaciones, de curso agudo, tienen mal pronóstico. Encontrar la etiología del proceso cuando se debe a una enfermedad subyacente es fundamental para al tratamiento de la enfermedad. ¡no resolveremos el problema sin tratar la causa primaria!

La clave está en el soporte nutricional

Lo más adecuado para ayudar al hígado enfermo se basa en un soporte nutricional mediante una vía enteral.  Escogemos la vía enteral frente a la parenteral siempre que no haya intolerancia a la sonda o riesgo de aspiración de contenido.

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La vía enteral es más fisiológica (promueve la motilidad gastrointestinal, la función inmune y la integridad de la barrera intestinal), más práctica (el dueño puede administrar la dieta en casa), más económica y conlleva menos complicaciones asociadas.

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Sonda nasoesofágica en el gato.

Sonda nasoesofagica
Sonda nasoesofagica

Para decidir el tipo de sonda a usar hemos de tener en cuenta siete factores: duración del soporte nutricional, integridad o no del aparato gastrointestinal, forma de presentación de la dieta enteral, presencia de vómitos, riesgo anestésico del paciente, experiencia profesional y cuidados posteriores.

No debemos menospreciar nunca las características propias de los felinos como pacientes, y como veterinarios, es nuestra obligación poner todos los medios posibles para evitar autolesiones del animal y también hacia el propietario.

Procedimiento

La introducción de la sonda es un procedimiento muy sencillo que requiere, en nuestra experiencia, sedar al animal y comprobar que finalmente quede depositada en tercio posterior del esófago y por supuesto,  que no está dentro del aparato respiratorio.

Para este menester, es necesario realizar radiografías que permitan identificar la posición de la sonda antes de dar por finalizado el proceso.

Sonda contrastada y bien posicionada en tercio posterior del esófago.
Sonda contrastada y bien posicionada en tercio posterior del esófago.

Mientras dure el procedimiento de colocación de la sonda nasoesofágica y la toma de radiografías de control, es necesario prevenir una mayor descompensación evitando la hipotermia (véase guantes de goma con agua caliente) y también es muy importante aprovechar para hidratar por vía intravenosa a un paciente que seguramente lo agradecerá, pero que si estuviera despierto, sería bastante difícil de llevar a cabo.

prevenirhipotermia

Evitar el estornudo

Evitar las molestias del estornudo y la sensación de cuerpo extraño en la nariz durante la colocación de la sonda, es un punto a tener en cuenta cuando se realiza este procedimiento.

Desensibilizar con lidocaina 2 %
Desensibilizar con lidocaina 2 %

Cuando se trabaja con un nivel de sedación superficial, que nos permite trabajar con seguridad en un paciente comprometido, es necesario evitar la sensibilidad propia del interior de la nariz y la producción de estornudos, con la instilación de un par de gotas de lidocaína al 2 %.

Transcurridos cinco minutos, ya es posible introducir la sonda sin resistencia por parte del animal.

Colocación sonda nasoesofagica
Colocación sonda nasoesofagica

Por último, debemos recordar que la sonda nasoesofágica en el gato debe permanecer sin producir grandes molestias al animal, al menos durante 3 – 5 días, por ello es aconsejable, dejarla bien situada, protegida con un collar isabelino y evitando (dentro de lo posible) el contacto y aplastamiento de las vibrisas (“bigotes”).

Nosotros utilizamos las dos posiciones habituales, es decir la lateral (“por debajo de los bigotes”) que se ve en la imagen pero también utilizamos la posición ¨por encima de los bigotes¨ y que sale por delante de los ojos y entre las orejas, eligiendo una u otra según la respuesta del animal.

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Adrián Romairone
Naci en Mar del Plata, República Argentina, el 13 de julio de 1962. Desde el año 1988 vivo en España. Tengo tres grandes aficiones: leer, la fotografía y salir al campo. Me interesa mucho todo lo que esté relacionado con el origen del perro. Me preocupa el cambio climático.