ADENOMA DE GLÁNDULAS CIRCUMANALES. CIRUGIA
Se trata de una neoplasia cutánea benigna, muy frecuente en el macho geriátrico canino no castrado, normalmente asintomática excepto que aparezcan ulceraciones superficiales, cosa que casi siempre sucede, produciendo molestias y dificultades de cara a la defecación (dolor, hematoquecia).
Para saber un poquito más del proceso: Introducción al adenoma de glándulas hepatoides o circumanales.
En el diagnóstico diferenciaremos el proceso de una inflamación y absceso de los sacos anales.
El tratamiento indicado consiste en la resección de la masa o las masas tumorales, aconsejando la castración conjunta para evitar recidivas. El pronóstico tras la intervención es muy bueno.
Los adenomas de las glándulas hepatoides tienen un paciente modelo y una presentación característica: perro no castrado, de avanzada edad y con una o varias masas cutáneas alrededor del ano que producen molestias, y una gran tendencia al sangrado. La anamnesis y exploración del paciente (paso obligado en todo diagnóstico) va a ayudar mucho en definir el problema, y por supuesto, en el tratamiento (la indicación quirúrgica es obligada ) pero lo típico y habitual del proceso no nos debe alejar de nuestro deber de realizar la biopsia tras la resección del tumor.
*Descartar cualquier sorpresa (adenocarcinoma por ej.) es obligación del clínico / cirujano responsable.
Es aconsejable vaciar el intestino grueso antes de la intervención, ya sea con un ayuno previo, un buen paseo antes de la cirugía, y en caso contrario, se puede introducir una gasa en el ano, o realizar una sutura provisional en bolsa de tabaco, para evitar heces en el campo quirúrgico. La primera incisión y delimitación de corte de la masa tumoral se realiza con bisturí (en la piel siempre se debe evitar el bisturí eléctrico, debido a las quemaduras que produce). Junto con cada corte se va promoviendo la hemostasia (¡es una cirugía muy sangrona!) Por tanto, una vez superada la fase cutánea, el bisturí eléctrico se posiciona como una herramienta fundamental (corte y coagulación). Paso a paso iremos disecando la masa y controlando la hemorragia hasta la extracción completa. Si bien no es una cirugía con un grado de dificultad alto, es importante conocer la técnica y la zona quirúrgica con el fin de evitar problemas importantes a nuestro paciente (hemorragia, dolor innecesario, incontinencia).
El espacio libre se va eliminando mediante sutura absorbible en puntos simples como se ve en las imágenes, por ejemplo un catgut 3/0 provoca la mínima reacción titular posible y su duración en el organismo es la suficiente para la adherencia del tejido blando. Por último, la piel se sutura con nylon, buscando la mínima tensión posible pero mayor seguridad en la sutura ya que el animal va a realizar mucho esfuerzo sobre la sutura en la defecación.
En este caso clínico, el adenoma se presentaba a ambos lados y la resección fue amplia. Para evitar tensión en la herida se aproximaron bordes y espacios muertos con el fin de realizar una sutura final en Y.
La cirugía es sencilla pero el postoperatorio es bastante tedioso para el propietario. Hay que enfatizar la vigilancia, ya que la sutura molesta y produce mucho picor en la zona. El collar isabelino y muchos paseos para distraer al perro, son las mejores indicaciones posibles.
MRV.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
- Romairone Duarte, A.; Cartagena Albertus, J.C., 2014. Atlas de tumores. Oncología en la clínica diaria. Ed: Servet.
- Foale R., Demetriou J., 2011. Oncología de pequeños animales. Ed: Eselvier Saunders.
- Scott D., Miller W., Griffin C., 2002. Dermatología en pequeños animales. Ed: Inter-Médica.